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La UNCuyo realizó el Segundo Festival Internacional de Estatuas Vivientes

La actividad fue organizada por la Secretaría de Extensión de la UNCuyo y se hizo entre el viernes 21 y el domingo 23 de julio en diferentes locaciones del Gran Mendoza.

imagen La UNCuyo realizó el Segundo Festival Internacional de Estatuas Vivientes

La Secretaría de Extensión Universitaria de la UNCuyo, por intermedio de su Área de Producción y Gestión de Actividades Artístico Culturales, y con el apoyo de las Municipalidades de Capital, Luján y el Gobierno de Mendoza, realizó la segunda edición del Festival Internacional de Estatuas Vivientes entre el viernes 21 y el 23 de julio con diversas actividades afines al arte del Estatuismo.

Durante los tres días, el Festival Internacional contó con artistas de Mendoza, Buenos Aires, Córdoba, Chubut, Río Negro, Bolivia, Chile, Cuba, y Ecuador.

El encuentro buscaba fomentar la expresión artística de las estatuas vivientes y visibilizar este tipo de actividad para revalorizar el arte en espacios públicos. Además, apuntaba a contribuir con la promoción del desarrollo de expresiones que apuesten a la innovación y creatividad de los artistas, a acompañar las políticas culturales de la provincia, como así también favorecer el consumo del arte.

Cronograma

El Festival comenzó el viernes 21 de julio, de 17 a 20, en la calle Las Heras de Ciudad. Continuó el sábado 22, de 11 a 14, en la Peatonal Sarmiento; y finalizó el domingo 23 de julio, de 14 a 17, en la Plaza de Chacras.

La expresión artística

Las estatuas vivientes, conocidas también como las estatuas blancas o estatuas humanas, son actores que permanecen inmóviles por largos períodos de tiempo formando un decorado viviente en las ciudades. Su mirada casi siempre está perdida en el vacío y se encuentran en un espacio atemporal donde residen por un tiempo determinado y provocan un estado de contemplación a quienes los observan.

Esta práctica se remonta a la antigua Grecia, en la época, los enviados especiales para espiar al enemigo y no ser vistos se disfrazaban de estatuas. En la Edad Media y el Renacimiento estos actores eran comunes en celebraciones y fiestas. Además, en ciertas urbes, era habitual su presencia para flanquear las entradas por donde reyes y gobernantes pasaban.

 

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