Se realizará del 20 al 24 de febrero y está destinada a docentes en formación y estudiantes avanzados. Las temáticas abordadas, de índole teórica y práctica, serán salud comunitaria, agricultura familiar y educación, arte y cultura.
En febrero, la UNCuyo será sede de la Escuela de Verano de Extensión de la Unión Latinoamericana de Extensión Universitaria (ULEU), mediante un curso intensivo en la temática destinado a docentes en formación y estudiantes avanzados. La organización es llevada a cabo por la Secretaría de Extensión Universitaria, el Área de Articulación Social e Inclusión Educativa, la Facultad de Ciencias Médicas y la Facultad de Ciencias Agrarias.
Se ofrecerá una práctica integral en territorios urbanos y rurales y las principales temáticas abordadas serán las vinculadas a la agricultura familiar, salud comunitaria y educación, arte y cultura. Asistirán 45 docentes y estudiantes de la UNCuyo y 45 asistentes de diferentes universidades de nuestro país, Brasil, Uruguay, Paraguay, Cuba y Costa Rica.
“Es un desafío importante ya que la Escuela es teórica y práctica y se trabajará fuertemente en el territorio. Se han tomado puntos de trabajo con organizaciones donde la UNCuyo viene trabajando hace muchos años, con los Proyectos Mauricio López, Gustavo Kent y los proyectos de extensión dependientes de las distintas facultades. Estaremos una semana recorriendo el Oasis Norte de nuestra provincia, trabajando con la gente y haciendo un intercambio de saberes”, destacó Silvia Van den Bosch, Secretaria de Extensión de la Facultad de Ciencias Agrarias y docente.
Los espacios de trabajo se han definido básicamente por la trayectoria, donde ya hay un contacto fluido entre la Universidad y el territorio y ya existe cierto entrenamiento en las organizaciones en el trabajo mutuo. “Se trata de trabajar articuladamente, no de invadir”, destacó la docente.
Con esta actividad la UNCuyo estará formando parte de una amplia red de Extensión Universitaria en América Latina. Se contará con la presencia de docentes de Uruguay y Brasil, países que tienen una tradición extensionista muy desarrollada y permitirán dar un salto cualitativo en la formación de los docentes.
Se trata de una formación intensiva que se extenderá todo el día, comenzando con la parte teórica en la mañana, luego el trabajo teórico-práctico donde se abordarán metodologías de intervención y análisis territorial, para finalizar con la actividad práctica donde se articulará con las organizaciones en el territorio.
Para el trabajo se contará con facilitadores, es decir, docentes de la Universidad, con amplia trayectoria extensionista, quienes coordinarán y guiarán en el trabajo con las organizaciones y ayudarán a implementar la metodología.
Una concepción crítica de la Extensión
Este modelo busca una retroalimentación entre la Universidad y el territorio. “La Universidad no va a iluminar con su sapiencia al territorio, sino que trata de reconocer las diferentes situaciones y debe apuntar a la socialización del conocimiento científico”, remarcó Van den Bosch.
Lo que se busca a través de la Escuela de Verano es transmitir las capacidades instaladas en cada unidad académica. Es por eso que el cursado apunta a estudiantes avanzados y a docentes en formación, ya que permanecerán más tiempo en la Universidad y serán quienes llevarán a cabo los objetivos de jerarquización de la actividad extensionista, visualización y curricularización.
Jerarquización, visualización y curricularización de la extensión
“La extensión universitaria no es una especie de asistencialismo, no se trata de grupos que salen a territorio a entregar ropa o comida, sino que se trabaja con la gente, en un espacio de diálogo que genere intercambio de saberes. Ese saber debe volver a la Universidad y ser conceptualizado”, afirmó la docente.
Para ello son sumamente importantes las metodologías de trabajo territorial, estas nos permiten graficar las demandas territoriales, establecer cuáles son los problemas factibles de trabajar, que acciones a corto y mediano plazo se puede tomar. Pero además debemos pensar en una nueva pedagogía y herramientas de evaluación. Ver que capacidades y experticias vamos a desarrollar en nuestros extensionistas y como vamos a hacerlo”, agregó.
“En la extensión universitaria hay que estudiar, tenemos una gran carga conceptual y metodológica. De ahí la importancia de la sistematización y luego la conceptualización para establecer nuevas guías de trabajo. También es fundamental la comunicación, generar publicaciones científicas en temáticas de Extensión, para difundir el conocimiento obtenido”, puntualizó la Secretaria.
La Universidad se ha planteado como objetivo fundamental articular la investigación con la Extensión. Que la academia escuche, interprete y genere nuevos desarrollos y que esto enriquezca al medio social.
¿Que se gana estableciendo ese vínculo con el territorio? Para Silvia Van den Bosch es una experiencia enriquecedora tanto para docentes como para estudiantes: “Desde la docencia se desdibuja el aula y se apunta a articular los conceptos teóricos con la realidad. En los estudiantes genera un espíritu crítico y complementa enormemente su formación profesional, desarrollan su carrera con un fuerte compromiso social”.
La docente sostiene, además, que este intercambio de saberes que promueve la extensión es muy enriquecedor para la Universidad por eso tiene que estar incluida en las horas cátedra. “Esto es un camino largo, ya que hay que ir de una universidad basada en el aula a un aula abierta, modificar modelos de aprendizaje y evaluación y plantear nuevos objetivos. Esta escuela de verano será un escalón importante para que la UNCuyo profundice el trabajo extensionista que viene desarrollando en todas sus áreas y se avance en la curricularización”.