Con un acto íntimo y profundamente emotivo, la comunidad de la Facultad se reunió el sábado 29 de noviembre para rendir homenaje a la Ing. Chiara Prigione, egresada de la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales Renovables, cuyo fallecimiento el pasado 31 de mayo conmovió profundamente a todos quienes la conocieron.

La ceremonia fue el resultado de una solicitud presentada por un grupo de egresados y estudiantes de la carrera, quienes, movidos por el deseo de honrar a una compañera, una profesional excepcional y una luchadora incansable, propusieron la creación de un espacio de memoria permanente dentro del predio universitario.

El acto se desarrolló en un espacio verde acordado para la ocasión, donde se reunieron familiares, amigos, profesores, compañeros de estudio y autoridades de la Facultad. La Decana dio la bienvenida destacando:

 “Chiara representa los valores más altos de nuestra institución: compromiso con el medio ambiente, solidaridad y una profunda vocación de servicio. Hoy no decimos adiós, sino que plantamos vida para que su recuerdo siga creciendo entre nosotros”.

Durante el encuentro, varios de sus seres queridos y colegas dedicaron palabras llenas de afecto y reconocimiento. Se recordó no solo su excelencia académica y profesional, sino también su calidez humana, su empatía y la firme lucha que mantuvo en sus últimos tiempos.

“Era la persona que siempre tenía una palabra de aliento y una sonrisa, incluso en los momentos más difíciles. Como ingeniera, entendía que los recursos más valiosos son los humanos”, compartió una de sus compañeras de promoción.

Un símbolo de vida y permanencia

El corazón del homenaje consistió en dos gestos simbólicos y perdurables:

• La colocación de una placa conmemorativa, que lleva su nombre y una breve dedicatoria, para que las futuras generaciones de estudiantes conozcan su legado.
• La plantación de un árbol nativo, seleccionado por su significado ecológico y resiliencia. Este árbol representa la vida que Chiara ayudó a proteger, su arraigo en la comunidad y la continuidad de su espíritu en el lugar que fue su alma máter.

“Este árbol nativo es el símbolo perfecto”, explicó la Decana, ya que “Crecerá fuerte y dará sombra, refugio y vida, tal como Chiara lo hacía con su trabajo y su presencia. Es un recordatorio vivo de que nuestra profesión va más allá de lo técnico; es una vocación de cuidado y legado”.

Este acto buscó —y logró— reforzar los valores de comunidad, solidaridad y pertenencia que caracterizan a la Facultad. Fue un momento para que estudiantes, egresados y docentes se unieran en un sentimiento común de pérdida, pero también de celebración de una vida que inspiró profundamente a muchos.

La Ing. Chiara Prigione deja así un espacio físico de memoria dentro de la institución, un lugar al que la comunidad universitaria podrá acudir para recordar, reflexionar y encontrar inspiración en su ejemplo de vida y profesión.