La Decana María Flavia Filipppini y el Responsable del Área de Egresados, Hugo Galiotti, representaron a la Facultad de Ciencias Agrarias en el 21° Concurso Provincial de Licores realizado el 6 de octubre en el departamento de Lavalle. Además, docentes y estudiantes de esta unidad académica participaron como jurado del evento organizado por la escuela José Miguel Graneros.
Este gran evento se realiza desde ya hace 12 años y la época de la pandemia (2020) fue la única etapa en la que no pudo ser organizada. Participan unos 25 colegios de toda la provincia y genera una gran convocatoria. El certamen surgió con la idea de rescatar algunas recetas generadas por las familias de la comunidad de Asunción, el secano lavallino y la zona irrigada.
Dicho concurso, pretende resaltar elementos culturales referidos a la inmigración europea y las enseñanzas ancestrales de los pueblos originarios, según afirma la institución organizadora del concurso. A su vez, el evento muestra las actividades que realizan los estudiantes de la escuela Graneros, ubicada en la localidad de Gustavo André.
Esta institución está centrada al borde del oasis noreste de Mendoza y tiene la característica de que los chicos son hijos de trabajadores rurales, puesteros y de población urbana que viven en Costa de Araujo. Los mismos, realizan todo tipo de productos referidos a las mermeladas, vinos, embutidos y tareas agrícolas experimentales.
Ya que se trata de una escuela muy pequeña y que sus actividades productivas no poseían demasiada visibilización, el concurso de licores comenzó como una actividad con la excusa de juntar estudiantes de otros colegios de la provincia para presentar sus licores artesanales y de este modo, mostrar lo que se realizaba.
Con el tiempo, el evento tomó mayores dimensiones, incorporando otras instituciones gubernamentales y el compromiso de las empresas para vincularse con la escuela a través de proyectos formativos y fondos económicos. Esto fue tomando relevancia y escuelas de General Alvear, Valle de Uco, Malargüe, entre otros departamentos, comenzaron a inscribirse.
QUIÉNES PARTICIPAN
Participan una cantidad aproximada de entre 20 y 25 escuelas de todos los puntos de la provincia. Allí, los estudiantes representantes de cada una de las instituciones presentan sus licores artesanales. El concurso de estas bebidas está clasificado en cuatro categorías: tradicionales, alternativos, macerados y no macerados.
Estas muestras las recibe personal fiscalizado y las analiza un jurado integrado por profesores y estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo, la Universidad Tecnológica Nacional Regional Mendoza (UTN), el Instituto de Educación Superior N°9024 de Lavalle y la Facultad de Don Bosco. Forman dos paneles de 50 personas, realizan un análisis sensorial de los licores y los evalúan a través de la puntuación.
Dentro del concurso están involucrados todos los alumnos de cuarto año de escuelas orientadas y de sexto año de escuelas técnicas. No cuentan con muchos sommeliers especializados en la categoría de licores y por ello, acuden a alumnos de quinto año que se van perfeccionando con aquellos que saben y de esa forma comenzar a ser parte del jurado. Ellos, junto a las cuatro instituciones mencionadas forman lo que se denomina como “La Liga del Licor”, coordinado por dos sommeliers.
El evento es cada vez más masivo y asisten unas 700 personas, entre las que se encuentran referentes ligados a la política de distintos partidos, empresarios y estudiantes de distintas escuelas, en un establecimiento muy pequeño. Allí, se juntan para dialogar e intercambiar ideas.
QUÉ PREMIO GANAN LOS CHICOS
Los premios son desde el primer hasta el tercer puesto de las cuatro categorías (macerado, no macerado, tradicional y alternativo) y se entrega un trofeo a cada uno de los ganadores. Para los demás jóvenes de las instituciones participantes, se les otorga un certificado por participar en el certamen.
Este gran evento se divide en tres proyectos: el concurso, “La Liga del Licor” y la producción de licores junto a su posterior evaluación. Es un solo día, comienza a las 9 y culmina a las 15, siendo el único concurso de este estilo a nivel nacional. Además, la jornada cuenta con música folclórica, rap y melódica, así como con la venta de panchos, comidas artesanales y degustación de mermeladas y escabeches.