Que la calidad de los aceites de oliva –premiados a nivel internacional- y el nivel de los vinos de la Facultad de Ciencias Agrarias estén en sintonía con su vestidura y denominación fue la inquietud que motorizó un trabajo profesional y minucioso que llevó a una labor en equipo durante muchos meses. La sinergia entre sus hacedores y el área de Marketing del CICUNC dio lugar al gran acontecimiento: la creación de una nueva línea de marcas para los productos de la UNCUYO.
Fue en uno de los parques de esta Facultad –en Luján- donde el viernes 26 de noviembre se presentó ante autoridades y comunidad de la Universidad, especialistas de la industria vitivinícola y olivícola, y periodistas el resultado final de esta sinergia: los vinos Gran Nerdo y Preguntón, el espumante 18 Nerdos y el aceite de oliva Oculto.
“Pensamos que teníamos que hacer una revisión de lo que los hace únicos a estos productos. En principio, algo clave, que son de la UNCUYO, y todos sabemos lo que es para la comunidad el sentido de pertenencia. Después empezamos a indagar en la historia y nos encontramos con que la Facultad de Ciencias Agrarias tiene una historia abrumadora, tremenda”, comentó Facundo Pauzoca, director de Marketing del CICUNC –Comunicación y Medios de la UNCUYO-, acerca de cómo se inició el branding que le daría nueva identidad a estos productos.
“Planteamos una línea histórica para el desarrollo narrativo de la marca. Desde las raíces de Mendoza como capital vitivinícola y la llegada de gente con pasión, ideas, bibliografía, todo contado a través de imágenes de archivo, hasta llegar a los nuevos estudiantes”, remarcó Pauzoca, que encaró este trabajo desde el CICUNC -coordinado hoy por Yamila Meljim- que tuvo entre sus artífices a la publicista Pamela Peterle y a la diseñadora Silvina Barbanente.
Luego, detalló los hitos y el archivo que se vio reflejado en las líneas de vino con homenajes al Gran Nerdo, a los primeros 18 ingenieros agrónomos de la UNCUYO –y del país- y a los más jóvenes y preguntones”. También, lo que se hizo con los aceites de oliva, en donde contó que la gran pregunta que motorizó su nueva denominación y vestidura fue qué tienen “oculto”, que los hace únicos.
Sinergia, clave en el trabajo de equipo
En nombre de la Facultad de Ciencias Agrarias, fue David Martín, secretario administrativo financiero, quien precisó detalles de este proceso de nueva identidad para lo que produce desde hace décadas esta Unidad Académica. Destacó, primero, que fue un proyecto enmarcado en la impronta de gestión que encabeza la decana María Flavia Filippini, para “asumir un uso responsable de los recursos de la universidad pública pero manteniendo la mística, impronta e historia de la Facultad, que genera espacios para aprender haciendo, un compartir el aprendizaje que los vuelve únicos".
Luego, dijo que en estos diseños “se han reflejado las ideas, el contenido, la historia", y que la receta para llegar hasta ellos fue "el trabajo de un equipo enorme, que en su mayoría se hizo en plena pandemia”.
“El trabajo en las raíces de la finca, y quienes no han parado, mientras trabajábamos en las ideas en pandemia, para que el campo siguiera produciendo, y después el de la fábrica y bodega, la cocina de esto, con la importancia de los líderes. Pero también el trabajo de los que están detrás del escritorio, que hacen que todo pase, contabilidad, tesorería, ventas, administración y marketing”, enumeró, en agradecimiento, Martín.
“Pero me quedaría corto si no reconociera la labor del CICUNC. Cuando empezamos en plena pandemia éramos un poco escépticos, nos costaba, éramos un poco reticentes a las nuevas ideas, pero nos terminamos encontrando con un trabajo impresionante, con el nivel de las mejores agencias de Mendoza, en creatividad y comunicación”, sumó el secretario, destacando la importancia del capital humano de la Universidad.
Luego de la presentación de las marcas, hubo degustaciones encabezadas por referentes de los sectores afines que guiaron para que el público reconociera los dotes de cada producto. También hubo un momento dedicado a la música, con la participación de miembros de la Orquesta de la Universidad.
Historia y detalles de las marcas
Hace 150 años que la UNCUYO produce y enseña a producir vinos con impronta propia. Aún antes de ser la primera universidad pública de Mendoza. Allá por 1870, con el nacimiento de la histórica Quinta Agronómica en los terrenos del actual Centro Cívico de Mendoza, se inició una historia que convirtió a nuestra provincia en pionera en el país en materia de estudios agrícolas.
En la vieja Escuela Nacional de Agricultura, que desde 1874 funcionó en la Quinta, se formaron los primeros enólogos y agrónomos del país. Fueron los que iniciaron la centenaria trayectoria de la hoy Facultad de Ciencias Agrarias, que en 1954 se mudó del Centro Cívico a su actual emplazamiento en Chacras de Coria, donde sus docentes y alumnos continúan produciendo aquellos vinos de calidad, además de aceites de oliva (desde 1942).
Las nuevas marcas y etiquetas de vinos y aceites que la UNCUYO presenta constituyen un homenaje a esos pioneros que hicieron de la bodega de la universidad una de las que mayor historia tiene dentro de la vitivinicultura argentina. Y de su Facultad de Ciencias Agrarias una verdadera escuela de ingenieros agrónomos.
Gran Nerdo, el que dicta cátedra
Este Gran Reserva es el vino tope de gama de la UNCUYO y un homenaje a los primeros profesores. Por eso la etiqueta incluye en forma protagónica a Aarón Pavlovsky, el inmigrante ruso que le dio el impulso inicial a la vitivinicultura de Mendoza en 1884. Fue un precursor de la industria en la zona y un símbolo de aquellos pioneros. El diseño de Gran Nerdo incluye la frase “Cuando la dedicación por el cultivo se volvió catedra”, en referencia a la unión entre ciencia y academia que representa.
El rostro de Pavlovsky es parte de un collage que incluye imágenes de archivo de la Quinta Agronómica y de su Invernáculo, junto a elementos que representaran las distintas materias que se dictan en Ciencias Agrarias, como la parra, la pinza de podar, las levaduras del vino, el microscopio, etcétera.
Preguntón, el que quiere aprender
“El vino nuevo de la UNCUYO” viene en distintos varietales. Como es un vino joven, su etiqueta se inspira en los estudiantes de Ciencias Agrarias, en su curiosidad y en sus ganas de aprender. La imagen es un alumno de cuya cabeza salen hacia arriba preguntas que luego se transformarán en conocimiento acabado. El diseño tiene tres texturas diferentes, identificada cada una con un color diferente.
18 Nerdos, el que transmite el saber
Es el espumante a base del método champenoise que nace de la bodega de la UNCUYO. El que hacen sus grandes maestros desde hace más de un siglo. La etiqueta homenajea a la primera camada de ingenieros agrónomos de Argentina. Aquellos 18 “nerdos” (de “nerd” o estudioso) que salieron de la UNCUYO. Su recuerdo está impreso en distintos elementos que remiten al aula, como el pupitre, el microscopio, los anteojos y el sacacorcho. Junto a ellos aparece la imagen de un alumno con cabeza de cóndor, símbolo de la montaña y de Mendoza.
Oculto, el gran secreto
Además de los vinos, el desarrollo de estas nuevas marcas incluyó a la del aceite de oliva de la UNCUYO. Su nombre se debe a la ubicación de la fábrica, “escondida” en Chacras de Coria. “Entre Almirante y Cacique, busca el viejo molino, donde maestro y aprendiz, comparten camino” rezan las páginas del libro antiguo impreso en la etiqueta, como un acertijo que revela a quienes lo descifran la dirección de la fábrica. Por eso incluye la referencia al molino de la Quinta Agronómica que hoy descansa en su nueva locación en Chacras.
El diseño es una verdadera obra de arte ilustrada que semeja una vieja enciclopedia del siglo XIX. E incluye una recreación del escudo de la UNCUYO con sus signos más representativos: el libro, el cóndor y las montañas, unidos a una rama de olivo que envuelve toda la etiqueta.