La Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria incorporará como miembro académico al Dr. Fidel A. Roig, actual Docente de la Cátedra de Dasonomía de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCUYO. El acto de incorporación del Doctor como Académico Correspondiente se realizará el jueves 15 de septiembre, a las 11 horas, en el Aula Magna de la Facultad.
La apertura del Acto estará a cargo del Presidente de la Academia, el Dr. Jorge O. Errecalde. A su vez, el Dr. Claudio Galmarini hará la presentación del nuevo Académico Correspondiente quien disertará sobre: “El lenguaje de los árboles: decodificando el presente para comprender el pasado”.
La ceremonia será además transmitida de forma virtual. Los interesados deben solicitar link de ingreso al correo karina@anav.org.ar.
Sobre la Academia Nacional de Agronomia y Veterinaria
En la Argentina, las academias comenzaron a surgir aunque más tardíamente, en forma similar a la de otros países, alrededor de grupos de intelectuales idealistas, divididas por especialidades de las ciencias y las artes que cultivan. Se señala frecuentemente como pionera entre nosotros a la Academia Nacional de Medicina, creada junto con la Universidad de Buenos Aires, por iniciativa de Bernardino Rivadavia, hacia 1822.
Entre las veinte Academias reconocidas hoy con carácter de «nacionales» fue creada en 1910, como dependencia de la Universidad de Buenos Aires, la dedicada a las Ciencias Agronómicas y Veterinarias. La institución maduró hasta convertirse en una entidad autónoma, en 1925, con sus estatutos como una entidad pública no estatal, autorizada a reunir entre veinte y cuarenta personalidades descollantes en dichas ciencias para ocupar los sitiales permanentes, además de un número abierto de académicos correspondientes nacionales y extranjeros, ubicados fuera de la sede central. El organismo funciona con plena actividad, como todas las Academias Nacionales, desde el Decteto-ley N° 4.362, del 55, que las reconstituyó, después de un período en que estuvieron inactivas. Desde 1980, tiene su sede en el segundo piso del Edificio de las Academias nacionales, en la Avenida Alvear 1711, de la ciudad de Buenos Aires.
Para cumplir sus objetivos, la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria congrega hoy a un conjunto de personas con una actuación distinguida como estudiosos, investigadores, publicistas, extensionistas, políticos, diplomáticos, educadores, funcionarios, profesionales prácticos y otras variadas formas de servir a la humanidad a través del protagonismo en las ciencias agronómicas y veterinarias. Eso explica que se encuentran entre los miembros de la Academia personas de muy diverso origen universitario y diferente perfil en su actuación profesional, pero siempre caracterizadas por su honestidad acrisolada, su excelencia profesional, su austeridad y abnegación personal y sus condiciones de convivencia amable.
Los Académicos cumplen actividades intelectuales vinculadas con sus respectivas especialidades científicas y con relación a los problemas de interés para la comunidad nacional e internacional. Las reuniones del cuerpo permiten presentar comunicaciones de los propios miembros o de personalidades reconocidas, debatir temas importantes en seminarios o foros diversos, emitir opiniones fundadas sobre problemas diversos, actuar en comisiones, jurados y otros cuerpos de actuación trascendente.