Participaron del programa 6 estudiantes que formaron 3 equipos de 2. Cada uno tenía el desafío de elaborar un documento que sintetizara las pautas indispensables que se deben respetar en el marco de la elaboración de los jugos de uva concentrados.
Durante seis meses, debieron llevar adelante un trabajo de formación e investigación en el que realizaron diversas actividades patrocinadas por la empresa organizadora. Entre las actividades desarrolladas durante la investigación se pueden resaltar: encuentros con el equipo profesional de la empresa; viajes técnicos a la planta concentradora Guanacache, en San Martín, y a otras bodegas y plantas elaboradoras de mostos en esa misma provincia. Las personas participantes también fueron parte de charlas educativas con destacados referentes de la industria. Además, en ese lapso de tiempo recibieron una contribución económica de la empresa como premio a su esfuerzo.
En el acto de entrega de diplomas y premios, Enrique Naranjo, enólogo de Uvas Argentinas, agradeció a los alumnos por el nivel que demostraron, su preocupación su entusiasmo. Y comentó: "El 30% de la industria vitivinícola está dedicada al jugo, pero le falta consistencia en los conocimientos para seguir creciendo en esta industria; lo que le sucedió a los chicos en el proceso de investigación lo vivimos a diario, la falta de bibliografía, de información, de técnicas, de análisis. Para ellos que estudian agronomía ha sido un desafío doble ya que su formación esta orientada a lo que es producción vitícola".
Según explicó Genovart, docente de UNCUYO, "los chicos terminaron todo el trabajo con información que no estaba al alcance de la mano y tuvieron que hacer un esfuerzo extra para buscar toda esa información, darle forma y armar un trabajo que sea de utilidad, es decir, aplicar algo de lo que están aprendiendo como estudiantes a un trabajo que será de utilidad a la industria vitivinícola". También agradeció a los estudiantes por el esfuerzo de cada uno de ellos, a su trabajo en equipo, y a la empresa por "darles la posibilidad y destinar tiempo y capital en futuros profesionales".
Con todas las herramientas adquiridas, cada equipo presentó su trabajo, el que fue sometido a un jurado que eligió el dúo ganador. Finalmente, el trabajo seleccionado fue el de María Paula Baldasso y Selene Contreras. Así, las jóvenes se convirtieron en las autoras del "Manual del Mosto", un documento que servirá de guía para la industria mostera, y se hicieron acreedoras de un premio de $100.000 cada una.
A su turno, el bioquímico Alberto Nuñez, quien brindó una charla introductoria sobre la industria del mosto, expresó que la modalidad de trabajo inicial fue darles a los estudiantes "consultas para hacer y situaciones que resolver". Además afirmó que "el camino del conocimiento, de la investigación, no es otra cosa que el camino de la duda".