Dentro de la industria vitivinícola, existen equipos complejos para análisis de ciertos parámetros del vino, como el color, que son muy costosos. Por lo tanto, la creación de un nuevo colorímetro, de tecnología más simple, además de ser un valioso aporte para la actividad, permitirá abaratar costos posibilitando el acceso a pequeños elaboradores y laboratorios de química analítica.
La innovadora tecnología fue denominada MultiSpec Wine Lab y es inédita en el mercado comercial. Utiliza un código abierto y posee prestaciones que se asemejan a las de un espectrofotómetro. Si bien no puede reemplazar a este último, sí permitirá que el elaborador pueda realizar un seguimiento del color del vino, que luego podrá complementar con una determinación más precisa de algún laboratorio especializado.
Funcionamiento y características
El colorímetro consta de una fuente de luz multiespectral, sin partes móviles, basada en tecnología LED que permite seleccionar la longitud de onda (color) de trabajo electrónicamente. No obstante, el proyecto sufrió demoras como consecuencia de la pandemia, por lo cual el prototipo no está totalmente cerrado. Por ello toda la información sobre el proyecto está disponible en un repositorio, y protegida con una licencia libre para que cualquier persona, con habilidades técnicas, pueda replicar, modificar y/o mejorar el equipo. Esto constituye un instrumento de evaluación continua que facilita la colaboración, posibilitando contribuciones para su mejora o su copia para el inicio de una nueva línea derivada de la actual.
El proyecto fue desarrollado en el Laboratorio de Tecnologías para la Enseñanza de Ciencia (Litec) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN), y financiado por la Secretaría de Investigación, Internacionales y Posgrado (SIIP) del Rectorado. A su vez, se obtuvieron fondos de la Shuttlerworth Foundation y del programa de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (Cyted).
¿Quiénes participaron?
Además de la codirectora Diana Segura, completaron el equipo de trabajo el director Pablo Cremades, ingeniero, investigador y docente de la FCEN; Maximiliano Ventura y Dalma Olima, estudiantes avanzados de las Licenciaturas con Orientación en Física y Química de la FCEN respectivamente; y Martín Fazone, ingeniero, integrante del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). A su vez, el proyecto articula acciones con el espacio curricular Física Experimental II, que coordina la docente María Cecilia Fernández Gauna.