Sobre el Día Mundial del Suelo
La Conferencia de la FAO y la Asamblea General de la ONU aprobaron formalmente la fijación del Día Mundial del Suelo en diciembre de 2013, por lo que la celebración tuvo lugar oficialmente por primera vez el 5 de diciembre de 2014. La elección del día se debió a un homenaje dedicado al fallecido Rey de Tailandia, Bhumibol Adulyadej, uno de los grandes promotores del cuidado del suelo.
En este contexto, la Resolución aprobada por la Asamblea General de la ONU en 2013 (A/RES/68/232), destaca que “los suelos constituyen la base del desarrollo agrícola, de las funciones esenciales de los ecosistemas y de la seguridad alimentaria y son por tanto un elemento clave para el mantenimiento de la vida sobre la Tierra”. Según la FAO, esta celebración es “un medio para centrar la atención en la importancia de un suelo sano y abogar por la gestión sostenible de los recursos del suelo”.
Otro punto que toma cada vez mayor relevancia a nivel mundial es el de la 'sostenibilidad del suelo. La FAO afirma que “la sostenibilidad de los suelos es fundamental para afrontar las presiones de una población cada vez mayor y que el reconocimiento, la promoción y el apoyo para fomentar la gestión sostenible de los suelos pueden contribuir a la existencia de suelos sanos y, por extensión, de un mundo que cuente con seguridad alimentaria y de ecosistemas estables y que se utilicen de manera sostenible”.
Este año, el lema del Día del Suelo tiene que ver con la gestión sostenible del mismo: “Detener la salinización de los suelos, aumentar su productividad”. Esto se debe a que, según la FAO, el 10% de las tierras cultivables del planeta sufren problemas de salinización. En relación a la temática, docentes e investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo, y de la E.E.A. INTA Mendoza participaron del libro «Suelos salinos y alcalinos en Latinoamérica», presentado en diciembre de 2020. Se trata de la primera vez que se edita una investigación sobre la problemática de los suelos salinos y alcalinos en América Latina, sus recursos naturales, gestión y alternativas productivas.
Esta problemática afecta fuertemente el crecimiento de las plantas y la capacidad de los cultivos para absorber agua, y en el caso de que las sales sódicas predominen, degrada la estructura de los suelos y disminuye drásticamente la permeabilidad de los mismos. Esto representa una amenaza para la seguridad alimentaria a nivel mundial ya que, en palabras del Director General de la FAO, “el suelo es la base de la agricultura y los agricultores del mundo dependen de él para producir el 95% de los alimentos”.
La situación del suelo en Mendoza
Según la FAO, más de 70 millones de hectáreas se encuentran afectadas por suelos salinos, y al menos 600.000 hectáreas de suelos irrigados bajo climas áridos y semiáridos se ven afectados por salinización antropogénica, a menudo relacionada con la gestión de drenaje inadecuado y/o mala calidad del agua.
En lo que respecta a Mendoza, estudios realizados por las cátedras de Edafología e Hidrología de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCUYO determinaron que, en la cuenca del Río Tunuyán Inferior, el 25% de la superficie presentaría situaciones de salinidad y, en algunas áreas, altos niveles salinos vinculados con problemas de drenaje subsuperficial –por ejemplo, en las zonas centro y norte del área regadía del río Mendoza-. Para la Prof. Ing. M. Sc. Rosana Vallone –titular de la Cátedra de Edafología de la FCA-, estos son sólo algunos ejemplos de cómo un mal manejo de los recursos suelos y agua en la provincia repercuten en la productividad de los oasis.
Mendoza, según palabras de la Prof. Vallone, posee un 26,4% de suelos efectivamente regados con algún grado de afectación por salinidad. Esta situación se presenta particularmente en el Oasis Norte, y se intensifica en ciertos lugares como la zona central, centro norte y norte de la cuenca del río Mendoza.
“El suelo es el principal capital con que cuenta el productor y, por extensión, la comunidad toda, especialmente aquellas que basan su economía en la producción agropecuaria. La responsabilidad de mantenerlo productivo no recae solamente sobre quienes estén directamente vinculados a su uso, sino también sobre aquellos otros miembros de la sociedad que de una u otra manera intervienen o influyen sobre el proceso productivo u obtiene beneficios a partir del mismo” aseguró Vallone con motivo de la celebración del Día Mundial del Suelo.
Para obtener más información sobre el cuidado y mantenimiento de tan valioso recurso ingresar a Revista Nuestro Suelo de la Asociación Argentina de la Ciencia del Suelo (AACS) a través del siguiente link: Revista Nuestro Suelo – AACS (suelos.org.ar)
Para conocer más acerca del libro «Suelos salinos y alcalinos en Latinoamérica» ingresar ala siguiente nota: https://fca.uncuyo.edu.ar/dia-mundial-del-suelo